Las cuatro reglas fundamentales de seguridad según ANMAC
Según las directrices de ANMAC, existen cuatro normas básicas de seguridad que todo tirador debe seguir:
1. Tratá siempre las armas como si estuvieran cargadas
Este principio implica que, independientemente de las verificaciones previas, siempre se debe manejar el arma con la precaución de que podría estar cargada, aún sabiendo que no lo está, evitando así manipulaciones negligentes.
2. Nunca dirijas la boca del arma hacia una persona
Es esencial mantener el cañón del arma apuntando en una dirección segura en todo momento, evitando apuntar a personas, animales u objetos.
3. Antes de efectuar el disparo observa que hay por delante, por detrás y a los costados del blanco.
Es muy importante que antes de efectuar el disparo, el tirador haga un chequeo visual de lo que hay delante, atrás y a los costados del blanco. Este chequeo ayuda a corroborar que al momento del tiro no se encuentre nadie por delante de la línea de tiro y que tampoco hay elementos que puedan provocar algún tipo de rebote de la munición, lo cual mitiga las posibilidades de que algún rebote involuntarios logre lesionar a cualquier persona que se encuentre en la línea de tiro.
4. Nunca pongas el dedo sobre la cola del disparador
El dedo debe permanecer fuera del guardamonte y sobre el armazón del arma hasta que el tirador esté alineado con su blanco y preparado para disparar, previniendo disparos involuntarios.
La regla extra de Green Fenix: Nunca adelantarse a las órdenes del Instructor.
En Green Fenix, además de las normas oficiales de seguridad, incorporamos una quinta regla que consideramos vital: Nunca adelantarse a las órdenes que imparten los instructores en la línea de tiro.
Esta regla es clave para prevenir accidentes en la línea de tiro. El instructor guía cada paso de la actividad para asegurar que ningún alumno realice una acción fuera de tiempo o lugar, lo cual podría poner en riesgo su seguridad o la de los demás.
Cuando el alumno sigue las indicaciones del instructor paso a paso, aprende a manejar el arma con seguridad desde el primer momento. Así, no solo se cuida a sí mismo, sino también a todos los que están a su alrededor.